lunes, 5 de septiembre de 2011

El Eje Cardiorrenal nueva propuesta de los Doctores Venezolanos Idelfonzo Arocha y Pablo Amair


Lic. Julio C. Alcubilla B.-   twitter:@editorglobal  
mail: saludlatam@gmail.com
Entre el Corazón y riñón existe una encrucijada, lo cual ha motivado a diferentes investigadores a lograr nuevos abordajes en ambas patologías. Los principales factores de riesgo cardiovascular, comúnmente se encuentran asociados a la enfermedad renal crónica. Estos dos insignes especialistas venezolanos, proponen el Eje Cardiorrenal, como un concepto integrado, para el control de los factores de riesgo cardiovascular y en la vigilancia de la función renal.
En el reciente Congreso Venezolano de Cardiología, tuve la oportunidad de recibir las informaciones mas actualizadas de las delegaciones extranjeras y especialistas venezolanos. El Dr. Idelfonzo Arocha, es Médico Cardiólogo, miembro titular de la Sociedad Venezolana de Cardiología y del Capítulo Cardiorrenal, por su parte el Dr. Pablo Amair, es Médico Nefrólogo, Capítulo Cardiorrenal de la Sociedad Venezolana de Cardiología. Me permito a través de ésta entrega, brindarles un resumen de sus investigaciones.
"Las enfermedades cardiovasculares, son la principal causa de mortalidad, responsables del 30%, en el mundo 17.5 millones  de personas, seguidas por cáncer con 7.6 millones y las enfermedades crónicas 4.1 millones, siendo la enfermedad hipertensiva la que representa una mayor causa, por ser causante de una elevada proporción de eventos mórbidos relacionados con la esfera cardio, cerebrovascular y renal, con un considerable impacto entre la población joven de 45 a 49 años".
"Hace unas décadas surgió el término de síndrome Cardiorrenal (SCR) para identificar la situación de afectación de corazón y riñón, en el cual el daño de cada uno de ellos, potencia al otro en forma acelerada  llegando a retroalimentándose mutuamente, con un elevado porcentaje de mortalidad al cabo de pocos años. Hoy en día se comprende que el riñón tiene una robusta y compleja interacción con el corazón, ambos regulan las funciones vitales de presión arterial, tono vascular, diuresis o eliminación de líquidos de manera natural, homeostasia del volumen circulante, perfusión periférica y oxigenación tisular".
 
Antes de continuar con los avances de estos dos especialistas referentes a Eje Cardiorrenal, es meritorio explicarles algunos conceptos: se reconoce la Homeostasia del Volumen,  como un término basado en las investigaciones de William Harvey en 1628, el cual estableció que la circulación de la sangre se debía a la acción  constante, latido a latido, del corazón capaz de crear presión para mantener en movimiento al volumen sanguíneo, el corazón en tal sentido es una bomba mecánica, un órgano hemodinámico. Luego 300 años más tarde, otros investigadores, concibieron que el corazón además de un órgano hemodinámico, es también un órgano endocrino, capaz de generar bajo diferentes estímulos sus propias respuestas hormonales.
La insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) es un estado patológico en el que la activación neurohormonal llega a ser un precoz marcador de su presencia y severidad. Aún en pacientes sin insuficiencia cardíaca clínicamente manifiesta, existe una temprana elevación de los niveles neurohormonales, particularmente del PNA. En los casos de Insuficiencia cardiaca aguda, el incremento en el PNA circulante es secundario a la liberación de los depósitos auriculares. Este hallazgo adquiere singular importancia cuando se reporta que el 3% de la población mayores 45 años puede tener disfunción ventricular y que el 50% de ella puede ser asintomática. En los casos de insuficiencia cardiaca crónica se incrementa la producción auricular y también la síntesis ventricular de PNA.
Por su parte, la perfusión periférica es un estado en el que un individuo experimenta una disminución de la nutrición y oxigenación a nivel celular secundario motivado por un déficit de irrigación capilar. Las características que lo definen son la frialdad de la extremidad afectada, la palidez al elevar la extremidad, la disminución de los pulsos arteriales y los cambios en la tensión arterial, cuando se registra en la extremidad afectada. Con frecuencia también se observan claudicación, gangrena, uñas quebradizas, úlceras o heridas que se curan lentamente, piel brillante y falta de pelo.
Por último la oxigenación tisular se explica cuando está condicionada  a un shock, al menos en parte, por la presencia de hipoperfusión e hipoxias tisulares, una hipoxia por bajo flujo define la disminución de la disponibilidad de oxígeno a nivel mitocondrial. Las mitocondrias son los orgánulos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular, actúan por tanto, como centrales energéticas de la célula y sintetizan ATP a expensas de los carburantes metabólicos (glucosa, ácidos grasos y aminoácidos).
Para su correcto funcionamiento, el corazón depende estrechamente de la energía oxidativa generada en las mitocondrias, principalmente a partir de la beta oxidación de los ácidos grasos, de la cadena respiratoria de electrones y de la fosforilación oxidativa. Los defectos en la estructura y función mitocondriales se asocian a enfermedades cardiovasculares, como las miocardiopatías hipertrófica y dilatada, defectos en la conducción cardíaca y muerte súbita, miocardiopatías isquémicas y alcohólicas y miocarditis.
Profundizando, la perfusión periférica, surge por el efecto de ciertos compuestos (como el peroxinitrito), formado a partir de la unión del superóxido y del óxido ítrico, ambos formados en exceso cuando se produce el shock y la sepsis, sobre la respiración mitocondrial. Lo cual explica un empeoramiento en la capacidad de utilizar el oxígeno.
La Interacción Cardiorrenal
"El estado actual del conocimiento establece que la regulación hemodinámica por el corazón y el riñón, es un sistema complejo y dinámico, en el cual los cambios en la función de un órgano, pueden conducir a una espiral de disfunción en ambos órganos, a través de la alteración en el balance del óxido nítrico y las especies reactivas de oxigeno, la inflamación sistemática, la activación tanto del sistema nervioso simpático como del sistema renina angiotensina, aldosterona y la influencia e interacción de varias sustancias como endotelina, prostaglandinas, vasopresina y péptidos natriuréticos".
"Esta relación se hace mas patente en la enfermedad hipertensiva  y en la diabetes Mellitus tipo 2, donde el impacto sobre la función endotelial  (vascular Y renal), se expresa tempranamente en ambas patologías. Específicamente cuando se encuentran asociadas otras condiciones que favorecen el deterioro en la función de ambos órganos. Razón por la cual los Doctores Arocha y Amair, desarrollaron el concepto de eje o integración Cardiorrenal. Con la finalidad de intervenir precozmente en la protección cardiovascular y renal, para evitar o retardar la progresión al Síndrome Cardiorrenal".
"No podemos olvidar que los factores de mayor riesgo para el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares: obesidad, hipertensión arterial, diabetes, dislipidemia y fumar, son a la vez los principales productores del daño renal o de la aceleración de la progresión de la enfermedad renal. La interconexión entre daño renal y morbimortalidad cardiovascular, es notoria y creciente a medida que progresa el deterioro de la función renal, hasta el punto que la mortalidad cardiovascular de los pacientes en diálisis, es 500 veces superior al de la población con función renal normal".
"En tal sentido, la interrelación corazón-riñón constituye una realidad fisiopatológica y clínica con múltiples factores etiológicos comunes y complicaciones que interactúan entre sí, por ello su integración con el Eje Cardiorrenal, permite comprender la necesidad de control y tratamiento de los factores de riesgo comunes e intervenir desde las etapas más tempranas (prevención primordial y prevención primaria, para evitar el desarrollo y progresión del daño cardiovascular y renal, especialmente en los subgrupos de mayor riesgo de la población mayor de 60 años, los diabéticos, los hipertensos y los obesos